Estación de Letras

Partir es madurar un poco. No madura quien no viaja. Dentro o fuera de la alcoba, lo que importa es trasladarse, perderse, encontrarse: viajar. Xavier Villaurrutia *** Página de invenciones, improvisaciones, ficciones-bonsai, en fin, escritos que aspiran a ser literatura cuando alguien más los lea. Textos de Gilberto Marti.

Mini-datos sobre el autor

Nombre: Gilberto Marti, de preferencia Marti. País: México.

Ciudad: Tlaxcala, atrasito de los volcanes. Ver perfil completo


NOTA: Los comentarios a los textos, por favor escribirlos en el enlace que está sobre el título de cada uno.


AVISO: Ya está lista nuestra nueva bitácora. Serán bienvenidos sus comentarios en Estación Crítica.

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lunes, septiembre 19, 2005

Mi vida con Olympia

Responde al traqueteo de antaño con un reproche de palanca, letras y campanilla mudas que no acompañan más el crujiente giro de engranajes y tabulaciones; al prestigio de su nombre ya no contesta con cartas y trabajos escolares, mas nadie le quita lo guinda de la metálica carcasa, ni los bordes cromados ni el origen extranjero. Entre varillas de acero persisten rollitos de goma que se llevaron las letras o palabras erradas, huellas de textos emborronados. Y a pesar de mi computadora siempre lista para el escrito cotidiano, de vez en tanto prefiero interpretar en máquina de escribir y hoja en blanco, oír y ver cómo avanzan las hormigas estridentes y dejan como rastro una suerte de partitura en cada párrafo.

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*Giuseppe Ravizza, diseñó en 1856 un “címbalo escribiente”. Estaba hecho de madera y metal; era muy pesado. Es sólo una posibilidad, pero con ello me basta, imaginar que alguien haya interpretado algún poema en el “piano de Ravizza”. En 1874 apareció la Remington y entonces..., bueno, la PC, y aquí andamos.
**Mi máquina es una Olympia, de las primeras portátiles (apenas diez kilogramos). Y no, no insista, no la vendo.