Caballerías
En mitad de la peor tormenta de nieve salió de su choza temblando de frío.
En el primer nivel venció a los guardianes y ganó escudo y armadura.
En el segundo, obtuvo la lealtad de un escudero y la espada de neutrinos.
En el tercero, partió por el medio al gigante lanza-misiles-crucero.
Y al final, con el Dragón Fotónico humillado ante la celda de la princesa y con varias vidas de repuesto, el sin par caballero se miró a sí mismo: en un brazo tenía a la doncella y en el otro la espada justiciera. El resto vino en cascada. Oprimió el botón de pausa, contestó el celular y le dijo al jefe que ya estaba mejor que hoy sí iría; su esposa refunfuñó que apagara eso, él ni siquiera la tomó en cuenta y, por si acaso, salvó la aventura en el disco duro. Se vistió para el trabajo, tomó el portafolio y las llaves del auto. En el primer semáforo encendió la calefacción: era una mañana de lunes verdaderamente fría.
***
<< Home