Estación de Letras

Partir es madurar un poco. No madura quien no viaja. Dentro o fuera de la alcoba, lo que importa es trasladarse, perderse, encontrarse: viajar. Xavier Villaurrutia *** Página de invenciones, improvisaciones, ficciones-bonsai, en fin, escritos que aspiran a ser literatura cuando alguien más los lea. Textos de Gilberto Marti.

Mini-datos sobre el autor

Nombre: Gilberto Marti, de preferencia Marti. País: México.

Ciudad: Tlaxcala, atrasito de los volcanes. Ver perfil completo


NOTA: Los comentarios a los textos, por favor escribirlos en el enlace que está sobre el título de cada uno.


AVISO: Ya está lista nuestra nueva bitácora. Serán bienvenidos sus comentarios en Estación Crítica.

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miércoles, agosto 31, 2005

El escritor

Cuando llegó, todos los ejemplares habían sido vendidos. Incrédulo, buscó en una librería más y luego en otra y otra. La misma respuesta:
"Ese título está agotado, señor".
Una alegría inmensa lo desbordó. No sabía qué hacer primero, si llorar, gritar o salir corriendo a contárselo al primero que encontrara. Entonces, con los pies metidos en el lodo, alzando el rostro al cielo, de su garganta emergió un grito primigenio de una pureza y resonancia desoladoras; un grito, en fin, que hubiese despertado a cualquiera.

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martes, agosto 30, 2005

La fugitiva

"Ahora vuelvo, voy por otra": reza un letrero al pie de la faltante estatua que solía adornar la idílica plaza de Chauburgo, rodeada de palacios y templos cristianos del más refinado estilo gótico; la calle que parte de la plaza deja ver allá, al fondo, un mapa de dimensiones colosales que señala con una flecha el lugar donde uno se encuentra, es decir, algún lugar más bien sospechoso de la vieja, viejísima Europa; múltiples entradas al tren subterráneo comunican con las estaciones de autobuses y terminales aéreas que, para sorpresa de los visitantes a la primera Feria Mundial del milenio, son también de estilo gótico y levantan al cielo las aguzadas puntas de las torres de control; además, en el Aeropuerto Internacional de Chauburgo hay otro gran planisferio en la pared que permite ubicar al pequeño país en el planeta y, si nos fijamos arriba, una reproducción de la bóveda celeste informa del lugar de la galaxia en que podrán comenzar las pesquisas para localizar a la fugitiva estatua, símbolo de Chauburgo y de la humanidad entera.

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lunes, agosto 29, 2005

Juegos de palabras II / Del palindromario

1
"O Ivo lloró", leía Mao, "o ama y el oro llovió…"
¡Oh!, Ivo lloró. A Ivo, no. Eve Ulloa más oro robaba a babor. Oros a Mao llueve ¡Oh, novia! Oro llovió.
2
¿Osó piropo decir o morí?, cedo por hiposo.
Oh, lo sé, me vio el oro, oróle. Oí: "veme solo"
3

"Alá mojar tesoro", leí. Romero, ore: morí, el oro se trajo Mala.
4
Es a Coro: oro casé.

5
Así me trae Artemisa

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viernes, agosto 26, 2005

Juegos de palabras I / Del calemburario

1
Oh, limpia enamorada era, Olimpia en amor hada Hera

2

Grandiosa era, gran diosa, Hera
Celosa allí era, celo zahiera
Y dio ceros a Marte, y dios Eros amarte
A dios Ares, a dios Marte, a dios Zeus: celos dio
Adiós Ares, adiós Marte, adiós Zeus: se los dio
Zeus amargose, Zeus amar goce
Hilar antes dioses que amar gozos
Hilarantes dioses, ¡qué amargosos!
3
Llaves: en amor arte. ¿Ya ves?, enamorarte
4
Letra elemental: letra ele mental
*

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miércoles, agosto 24, 2005

Teatro posmoderno

A Guillermo Samperio, quien me sugirió el título
La diva quedó pasmada, la vergüenza le tiñó la cara, el párpado izquierdo le comenzó a temblar sin control al mismo tiempo que los ojos se le humedecieron. Llevó el dorso de la mano a la frente arrugada en el comienzo de una convulsión. El cuerpo cayó, convincente como un trapo. Luego, el teatro quedó en silencio, el público buscaba entre sí una señal de que la Obra hubiese terminado. Un quejido confuso atrajo las miradas de nuevo a la duela, y comenzó la ovación, todos aplaudieron de pie durante dos minutos. La actriz seguía tendida cuando los “¡bravo!” se generalizaron. La entrada de los paramédicos fue el colmo del éxtasis. Miles de manos enrojecieron hasta el cansancio.
Entre los murmullos de la gente abandonando el teatro, amortiguada, la sirena se pudo escuchar y algunos volvieron a aplaudir.

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Un personaje

En soledad, empecinado y meticuloso rebelde, el personaje fundaba por su cuenta un mundo imaginario. Escribió y escribió. Pasó noches en vela creando con palabras un lugar donde vivir. Del papel y la tinta logró aislar un pequeño departamento, una personalidad contradictoria, una esperanza. Comenzaba a instalarse en ellos cuando se percató de una amenaza olvidada en la otra realidad. Tuvo que intervenir de inmediato. Sobre el escritorio encontró el teléfono celular que seguía sonando. Lo arrojó contra la pared ante la mirada inerme del escritor. Y no había furia en ello: era el último detalle a eliminar antes de dar el salto definitivo al otro lado, y continuar escribiendo.

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martes, agosto 23, 2005

Las estatuas vivientes

Son un tipo particular de mimo en el que ellos se imitan a sí mismos y, en consecuencia, tienden a permanecer inmóviles para evitar una parodia excesiva. En este caso toda la vestimenta del actor será de un mismo color; blanca, si pretenden ser figuras de yeso; bronce o plateada, si pretenden ser metálicas imitaciones de próceres.

La estatua viviente tenderá a cambiar de posición a intervalos de tiempo medidos por el reloj de la iglesia o ayuntamiento cercano, o bien, por el agotamiento que una cierta postura provoque en las articulaciones del artista. En casos excepcionales —paloma que aterriza en la cabeza u hombro; niño malcriado con tendencia a patear las espinillas para salir de la duda respecto a la naturaleza de la insólita estatua, o ganas de largar un estornudo—, es admisible que el mimo cambie de posición antes de cumplirse el intervalo, ya sea de manera lenta y elegante o, dado el caso, de manera abrupta y con toda la intención de alejar por un buen rato al intruso que amenaza la perfección del número.

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jueves, agosto 18, 2005

Ashaki y la hiena

La guerra las había dejado huérfanas por gracia de un obús de mortero. Choza y madriguera saltaron en pedazos. La curiosidad salvó a las dos crías, por azar se encontraron en los pastizales y la fortuna las mantuvo vivas. Aprendieron el placer de las caricias, la embriaguez de los aromas, la violencia en los hedores mutuos. A la par, royeron huesos y cazaron antílopes. La niña empleaba un trozo de pedernal aguzado. A la hiena, le bastaban los dientes. Parecía que nada rompería la comunión de Ashaki y la bestia, ni siquiera la visión lejana de vehículos militares o manadas salvajes en plan de cacería. Y, sin embargo, las encontraron trenzadas en el último abrazo, pedernal y dientes segando el horror de las primeras risas.

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jueves, agosto 11, 2005

Contenido neto

Después del escándalo de los gatitos-bonsai, el autor de tan original negocio decidió envasar hienas. Embotelló ejemplares adultos en garrafones de veinte litros, sin embargo, el tamaño encarecía el producto y no podía almacenar más de una docena. La bonanza vino con las botellas de vino y las especiales. Las hubo con forma de gato, de perro, de hiena y, finalmente, lanzó las antropomorfas. Los problemas comenzaron cuando un comprador quisquilloso devolvió una: el animal envasado no reía. La noticia se difundió y un alud de inconformes exigió la risa o el reembolso del dinero. De nada le sirvió ofrecer hienas-bonsai en forma de cetáceo ni el ingenioso promocional:
“La botella va llena, en la ballena: va hiena”.
Amenazado por la bancarrota y una nueva demanda de la sociedad protectora de animales, el empresario ofreció las risas por separado en frascos miniatura. La última hiena-bonsai fue subastada. Clientes y ecologistas quedaron satisfechos. El negocio diversificó su oferta a toda clase de sonidos: sollozos, gritos coléricos, aullidos, gemidos, aplausos, ventosidades y cuanto fenómeno acústico pueda usted imaginar. Éste relato, por ejemplo, es una ficción-bonsai, producto de lo más vendido. Para cuentos clásicos breves, consulte nuestro catálogo en línea o visite cualquiera de nuestras sucursales.

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martes, agosto 09, 2005

Klonación

Cuando enfermó el último espécimen en cautiverio, los científicos hicieron lo suyo al guardar material genético de la Crocuta. Primero se le cayó el pelaje y adquirió el aspecto horroroso de un tepezcuintle sobrealimentado; después sufrió una osteopatía que le fue hipertrofiando los cuartos traseros, emparejando, y aun rebasando los delanteros. En la zona del cuello padeció tumoraciones que le deformaron la garganta y la dejaron muda. Una mañana la descubrieron desplazándose lastimosamente erguida en su jaula con el vientre preñado a la vista.

Ahora se puede admirar la grabación del magnífico animal que solía ser. Lo vemos en la pantalla quebrantando huesos de caballo, corriendo de un lado a otro, deteniéndose para soltar su risa. Ya nadie mira al verdadero animal que pega el hocico contra el vidrio y abre la boca para mostrar las encías en fútil intento por hacer coincidir el gesto con las risas del video. Eso sí, cuando toma entre los brazos a su cachorro y le ofrece el pecho, la gente se amontona del otro lado del cristal y comenta entre risitas que todos los recién nacidos tienen gracia.

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lunes, agosto 08, 2005

Genétika

Después de una noche llena de sueños hilarantes, enormes huesos y cacerías de gatos, a Diógenes lo despertó la estridencia de una carcajada; tenía la pierna de su amo entre los dientes, y sintió una euforia incontenible que le subía por la garganta.